Eso de empezar la casa por el tejado es algo que nos pasa a muchos. Os podéis creer que he hecho muffins dulces, salados, de puerro, de queso, de chocolate, de frutos rojos, solo me falta hacerlos de morcilla, y lo peor es que nunca había hecho magdalenas, si magdalenas, esas de toda la vida, con su gustito a canela y su leve perfume de limón. Una magdalena así de simple y bueno.
Cuando vivía con mis padres en Mejorada del campo, mi madre compraba unas estupendas magdalenas de la tahona que yo en un "aljibe" de leche sumergía hasta mojarme los dedos, a veces las mojaba tanto que se rompían, pero "pescaba" los restos con la cuchara. Hace tiempo que no me comía una buena magdalena pero este sábado Vanesa, la novia de un buen amigo, me dijo que no le subían bien las magdalenas, se le quedaban hechas por arriba pero crudas por debajo, me puse el disfraz del que sabe, y le dije que estaba muy fuerte el horno, que lo tenía que hacer así, y de la otra forma, pero con "cuidao", y en un momento de la noche, gin-tonic en ristre, me mire para adentro y pensé "coño, si yo no he hecho magdalenas en mi vida" y me pique, vaya si me pique. Lo dicho, muchas gracias Vanesa, supiste pulsar la tecla correcta. Y al resto, picarme, de verdad que me encanta, si no queréis dejarlo en los comentarios (cosa que agradecería) mandarme un mail a davidcocinado@gmail.com y os prometo que si los ingredientes son baratos, y me sale rico (o malo, que a veces la lio pero lo cuento) lo compartiré con vosotros. Bueno ahora a las magdalenas.
Ingredientes (Para 15 magdalenas)
15 moldes ¿Hacía falta decíroslo? · 3 huevos · 160 gr de azúcar moreno · 60 ml de leche · 175 ml de aceite de oliva · 210 gr de harina · 1 sobre de levadura química (vamos royal de "to" la vida) de 5 gr · 1 cucharadita rasa de canela, ralladura de limón, y una pizca de sal.
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