Empecé esta sección, por no empezar con una que me apetecía sobre manera "Mis odios en el super". De verdad, cuando veo la tele o voy al super sale "La increíble Masa Yáñez", y empieza a soltar sapos y culebras por la boca, Sopa lista (Quien se puede creer que la madre de Berto coma esa sopa); el tranchete Caserío corazón cremoso, coño, no tenemos bastante con el puto tranchete, que ahora me lo tunean? Señores por favor, en España producimos unos 1200 quesos de excepcional calidad. Otro de mis grandes odios, es el tomate frito Orlando, lo siento pero me parece mediocre y una rápida fórmula para arruinar cualquier plato al que lo añadas.
Bueno, después de haberos presentado a "La increíble Masa Yáñez" me voy a lo mío que es cocinar. Os presento el mejor tomate frito que hayáis probado nunca. Usarlo como acompañamiento en un arroz cocido, para cocinar, en una buena pasta fresca, en fin es el "Mac Giver" de las recetas. Lo bueno que tiene es que teniendo unos botes de cristal, lo podemos conservar en el frigorífico durante 1 mes y os aseguro que no os durará tanto.
Ingredientes (para 2 botes de conserva, no lo hagáis para menos)
2 botes de tomate pelado en conserva de 500 gramos (Si estamos en verano, comprar 2 kilos de tomates pera bien maduros) · 4 dientes de ajo · 1 ramillete de albahaca (o cualquier otra aromática) · Azúcar moreno, aceite, pimienta y sal.
Y ahora, es cuando os cuento cómo. . . .
Primero empezamos preparando los ingredientes. Si los tomates son de bote, los trituramos con la batidora. Si son frescos, los lavamos y troceamos en grande. Pelamos y picamos finos los ajos, y separamos los tallos de las hojas de la albahaca. En una olla bien profunda (yo uso la de cocer la pasta), echamos 4 cucharadas de aceite (siempre oliva virgen) cuando se caliente, freímos los ajos con los tallos de la albahaca. Una vez que estén fritos (2 minutos aprox) añadimos el tomate y bajamos a fuego medio. Añadimos una pizca de sal, un poco de azúcar y una pizca de pimienta (Ya sabéis, de poco en poco, siempre hay tiempo de añadir más. Lo dejamos friendo aproximadamente 45 minutos hasta conseguir la textura que deseamos, se ha de agarrar bien a la cuchara y no ver un exceso de agua. Si vamos a conservarlo, lo vertimos todavía caliente en los botes muy bien limpios y esterilizados (cocidos en agua durante 5 minutos vale) y seguidamente les ponemos la tapa con cuidado de no quemarnos. El propio calor del tomate, hará que se produzca un vacio natural. Si hemos elegido tomates de pera en temporada, pasamos el tomate una vez frito por un pasa-puré de agujeros gordos para quitarle las pieles.
Que aproveche, y ya sabéis, No enfadéis a "La masa Yáñez".
Un abrazo.
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