Es una lástima lo que se hace con la pasta.
Hay quien, cuece unos tristes espaguetis los pone un pegote de tomate encima, y dice que sabe cocinar, que así se sirve en Italia, y añade que el tomate Orlando es estupendo. No hay mayor mentira, preguntarle a cualquier italiano. Un plato de pasta con tomate, es una delicia, el espagueti al dente, un tomate bien equilibrado entre el acido y dulce, el perfume de la albahaca y la contundencia del parmesano es insuperable, la receta es de David de Jorge, y os animo a que le veáis y hagáis esa tarta. Algo así pasa con David de Jorge, simple (y no es insulto) claro y por supuesto contundente. Le conocí cuando el comidista le dedico una entrada, me pareció interesante un cocinero vasco irreverente, empecé a ver sus videos (lo emiten en la ETB y en Madrid no llega, pero su web lo pone fácil) y reconozco que me conquisto al hablar de las coles, al pedir que le pusieran los 2 rombos la flipe, y cuando empezó a hablar de las coles alabando la firmeza y comparándolos con pechos de jovenzuelas me dije, “yo de mayor quiero hacer lo que este hombre hace”.
Hay quien, cuece unos tristes espaguetis los pone un pegote de tomate encima, y dice que sabe cocinar, que así se sirve en Italia, y añade que el tomate Orlando es estupendo. No hay mayor mentira, preguntarle a cualquier italiano. Un plato de pasta con tomate, es una delicia, el espagueti al dente, un tomate bien equilibrado entre el acido y dulce, el perfume de la albahaca y la contundencia del parmesano es insuperable, la receta es de David de Jorge, y os animo a que le veáis y hagáis esa tarta. Algo así pasa con David de Jorge, simple (y no es insulto) claro y por supuesto contundente. Le conocí cuando el comidista le dedico una entrada, me pareció interesante un cocinero vasco irreverente, empecé a ver sus videos (lo emiten en la ETB y en Madrid no llega, pero su web lo pone fácil) y reconozco que me conquisto al hablar de las coles, al pedir que le pusieran los 2 rombos la flipe, y cuando empezó a hablar de las coles alabando la firmeza y comparándolos con pechos de jovenzuelas me dije, “yo de mayor quiero hacer lo que este hombre hace”.
Cuando cocina con Berasategui, soberbio, cuando lo hace solo increíble, igual ataca un ticamasala de pollo Indio – Londinense, que unas angulas de Aguinaga a la bilbaína. De todos sus platos he elegido este, fácil, rápido y para toda la familia. Os animo que le conozcáis, este martes tiene entrevista con Buenafuente, y descubriréis su lado más perverso, “las guarrindongadas”.
Ingredientes, (para 2, para más multiplicar, coño)
200 gramos de espaguetis · 15 tomates cherry · 1 pimiento verde · una cebolleta · ajo · 6 cucharadas de tomate frito casero · Parmesano · un manojo de albahaca · aceite, pimienta y sal.
Y ahora, es cuando os cuento cómo . . .
Empezamos calentando en una olla hermosa 4 litros de agua, mientras se templa vamos picando lo más fino que podamos la cebolleta, el ajo y el pimiento verde (Yo nunca echaba pimiento al tomate, pero le va de la ostia, Gracias David). Les hacemos un leve corte en cruz a la piel de los tomates. Calentamos en una sartén bien amplia 6 cucharadas de aceite de oliva, cuando esté caliente añadimos la cebolleta, dejamos hacer durante 2 minutos y añadimos el pimiento y los tallos de la albahaca bien picaditos. En este tiempo, el agua estará cociendo, escaldamos los tomates durante 1 minuto y los sacamos del agua, los refrescamos y pelamos y cortamos al centro, la cebolla y el pimiento estarán al punto para recibir a su amigo el tomate. Añadimos sal al agua hirviendo y acto seguido la pasta. La cocemos 1 minuto menos de lo que diga el paquete. En ese tiempo, el tomate se habrá sofrito quedando en trocitos, y es el momento de añadir el tomate frito probamos y rectificamos con sal, pimienta y azúcar si fuese necesario. Escurrimos la pasta reservando el agua de cocción, y añadimos a la sartén, el objetivo es que se terminen de cocer en la salsita de tomate y así se impregne de todos sus maravillosos sabores, para conseguir que se cueza añadimos un cazo generoso del agua de cocción y dejamos evaporar. Comprobamos que se haya terminado de cocer la pasta, añadimos las hojas de la albahaca troceadas con las manos, regamos con buen aceite, y servimos. Terminamos con unas lascas de parmesano y corriendo a comer.
Por cierto, “VIVA RUSIA”
Maestro, ¿qué te pasa? ¿por qué ya no nos deleitas con tus creaciones? Asidua.
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