Cazuelitas de Queso y Tomate

Cuando algo se pone de moda lo puedes encontrar en la carta de todos los restaurantes. Este es el caso del Provolone a la grillia (en Italiano) o la Provoleta a la parrilla (en Argentino) Los puedes encontrar en todos los sitios, y siempre de la misma forma. Una rodaja de queso Provolone fundido en el horno con unas hierbas por encima.

Las cenas en casa muchas veces son una ensaladita de tomate un poco de embutido y un poquito de queso, pero después de comprarme unas cazuelitas de la marca Pírex, que se pueden meter en el horno, le di una vueltecita a la receta. El queso es bueno pero después de 2 pinchadas de queso fundido y caliente parece que la boca se aburre y el paladar se adormece. Se me ocurrió echarle un buen chorro de aceto balsámico y un poco de tomate, para que el acido del tomate y el dulzor del aceto, limpiasen el paladar de grasa y convertir un buen plato en una maravilla viciosa y por la que se llora cuando se acaba.

Ingredientes

2 tomates medianos · aceto balsámico · queso (los restos que tengas en la nevera) · Sal · hierbas secas

Y ahora es cuando os cuento cómo . . .

Pelamos y quitamos las pepitas al tomate, lo troceamos y lo ponemos en un colador con sal para que pierda el agua durante 20 minutos. En ese tiempo calentamos el horno a 200 grados y picamos gruesamente el queso (Yo aproveche para limpiar la nevera de restos, cualquier queso no muy curado vale) Ya solo nos queda montar la cazuelita; echamos el tomate bien escurrido en la base, lo regamos generosamente con el vinagre balsámico Sin miedo (al calentarse olerá mucho a vinagre, pero desaparecerá el acido y nos quedaremos con el dulzor) y cubrimos con el queso aromatizado con orégano. Al horno hasta que se funda y dore el queso, aproximadamente 12-15 minutos y a disfrutar con un buen pan y una cerveza fresca. Como dice mi amigo Victor: Rápido, fácil, y para toda la familia.

Un abrazo a todos.